Curiosidad y Leonardo

David Sosa
3 min readDec 6, 2023

Es una conclusión mía que la curiosidad es la base del amor al aprendizaje. Una persona es curiosa porque le gusta aprender algo nuevo. No tiene que ser necesariamente hacia algo académico o “importante”. Por ejemplo, los niños pequeños demuestran una curiosidad enorme hacia todo lo que sucede alrededor de ellos porque muchas cosas son nuevas. ¿Qué pasará si pongo este tenedor en este hoyo interesante en la pared? Eso es curiosidad pura. Y lo que le sigue es aprendizaje puro. Entonces, por esta razón, decidí estudiar un poco sobre la persona más curiosa de la historia: Leonardo Da Vinci. La manera en la que decidí estudiar a Leonardo fue buscar primero qué hacía para cultivar su curiosidad. ¿Cuáles eran sus actividades? ¿Qué practicaba en el día a día? ¿Cómo le llegaban sus dudas y cómo las resolvía? Después, formar una serie de consejos que me ayuden a aplicar estos mismos principios a mi vida.

Leonardo anotaba todas sus dudas.

Leonardo iba hasta el fondo de sus dudas.

Leonardo le preguntaba cualquier duda, aunque fuera muy extraña, a sus amigos.

Leonardo anotaba sus respuestas, lo que iba aprendiendo y descubriendo.

Leonardo llevaba a todos lados sus páginas/libretas para anotar sus observaciones de personas, movimientos, actividades e intenciones.

Leonardo hacía experimentos mentales.

Leonardo se preguntaba cómo funcionaban las cosas que le rodeaban.

Leonardo perseguía conocimiento por curiosidad en vez de por su valor “comercial”.

Leonardo, después de leer alguna teoría, buscaba la forma de entenderlo con su propia experiencia.

Leonardo, de la mano con sus experimentos, platicaba sus dudas y respuestas con sus amigos y compañeros.

Leonardo se escribía direcciones hacia qué observar y en qué orden hacerlo.

Leonardo empezaba con los detalles del objeto que estaba observando y no daba el siguiente paso hasta tener estos detalles memorizados.

Es una lista interesante, pero siento que pierde un poco de la magnitud al no tener ejemplos de cómo hacía esto Leonardo. Él llevaba al extremo cada uno de los puntos. “Leonardo iba hasta el fondo de sus dudas.” En una etapa de su vida, Leonardo hizo una cantidad un poco preocupante (para alguien como yo) de disecciones de cuerpos humanos para estudiar huesos, músculos, órganos, venas, etc. Estos extremos son los que me llevaron a querer entender a Leonardo. Esas disecciones debieron haber tomado días y días. En parte sí creo que lo hacía para poder representar sus pinturas de la manera correcta. Pero, también creo que continuaba estudiando el cuerpo simplemente para entenderlo.

Entonces, quería encontrar una forma de cómo puedo empezar a aplicar esto en mi vida. ¿Cómo podría tomar los detalles positivos de la forma en la que era Leonardo para mejorar mi nivel de curiosidad? Llegué a lo siguiente:

Cada vez que se me viene una duda a la cabeza la anoto y, si tengo el tiempo, intento llegar al fondo de ella. Me di cuenta que hay muchas dudas en mi día a día que estaba dejando pasar simplemente por “tener otra cosa que hacer”. Esto he intentado que deje de suceder.

Estudio estas dudas en su totalidad. Lo infinito de esto es que una duda siempre lleva a otra. Y eso está bien.

Ahora llevo conmigo un lugar específico para anotar mis dudas. Yo uso mi libreta, pero, creo que se podría usar lo que se sienta más cómodo y natural.

También me permito anotar las dudas aunque no tengo el tiempo de buscarlas o pensarlas en el momento. El chiste es que no las dejo ir. Al menos, las pospongo.

Le estoy intentando dar más importancia al conocimiento que viene de la experiencia. Entonces, ahora empiezo a dudar todo lo que lea hasta que lo pueda vivir.

Todas estas dudas o cosas nuevas que voy aprendiendo las he estado platicando con la gente cercana a mí. Hace unos días se me vino a la mente pensar cómo podría comprobar que el sol es más grande que la tierra. Después de pensarlo un rato, lo platiqué con dos personas. Todavía no encontramos una solución. Sin embargo, el intercambio de ideas fue muy enriquecedor. Esas conversaciones me reafirmaron que la conversación es la base del trabajo transdisciplinario.

Bonito día.

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