He vivido, pero no a la vez

David Sosa
2 min readAug 16, 2022

Hace unos días cumplí 25 años. Feliz cumpleaños a mí. Soy un bebé para mi abuela, pero un experto para mi sobrino. Esto fue lo que pensé el once de Agosto del año dos mil veintidós:

He viajado por México y Estados Unidos. He tomado alcohol y vomitado a causa de eso. He tenido días en los que no hago nada más que ver series en Netflix y comer porquerías. Me he enamorado. He disfrutado de música en conciertos de artistas increíbles. He platicado con personas cercanas a mí, a las cuales aprecio demasiado, hasta hartas horas de la noche. De igual manera, me he desvelado haciendo tareas y trabajando por una entrega de arquitectura la cual pasó y ya la he olvidado. Terminé primaria, secundaria, preparatoria y universidad. Tengo una licenciatura en arquitectura. He sido infiel. He sido mal amigo. He perdonado y he jurado no volver a hacer algo que me perdonaron. Empecé un estudio con la gente correcta. Tengo un empleo que disfruto. No me he arrepentido de más cosas de las que he estado agradecido de haber hecho.

Pero, no me he casado. No he escrito ningún libro. No he sentido que he hecho suficiente. No he salido del continente americano. No he visto suficientes lugares que me quiten el aliento. No he tenido las mejores pláticas de mi vida. No he tenido hijos. No los he mirado a los ojos. No he estado orgulloso de ser padre. No he llegado a ser quien me quiero ver siendo. No he conocido a los amigos que haré en el futuro. No he cambiado la forma de ver cómo puede ser el tener un equipo de trabajo. No he hecho eso que le cambia la vida a uno, algunos o muchos. No he amado lo suficiente. No he respetado lo suficiente. No he preguntado lo suficiente.

Pero, para allá vamos.

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